Primer encuentro, primeros pasos

 

Siempre que tengo un primer acercamiento con un grupo de personas que quieren hacer cortometrajes (tengan la edad que tengan) me entra un vértigo genial en el que no sé por donde empezar.

Es que hay tanto por donde empezar a hacer cine, que casi siempre se limita a soñar con ocupar la silla de "el director" o a ser "un gran actor". Casi nunca se habla de ser guionista, dedicarse al maquillaje, a los efectos especiales, a la iluminación, al vestuario o al diseño de arte de una película. Cada persona debería acercarse al mundo del cine con iniciativa y curiosidad. Así descubres qué lugar tienes en el cine.

Este espacio hace hincapié en la estructura del guión y la idea de una película: cómo germinarla, cómo planificarla. Por eso los enlaces que encuentres aquí van en esa dirección.

¡Espero que los disfrutes! 
 

Bienvenidas y Bienvenidos al atller de cortometrajes

Se llama cortometrajes, pero en definitiva es hacer cine en pequeñito. Es sólo un formato para contar historias, tus historias.

Así que, si ya diste el paso de venir hasta aquí, seguro-seguro que quieres estar en el mundo del cine.


 

El primer paso es el más natural de este mundo que nos rodea: tener grabadas en tus ojos miles de horas de haber visto películas. Si aún no tienes miles de horas, a no preocuparse, que ya llegarán. El caso es que te gustan las películas y quieres hacer algo parecido. Mi deber es decirte que estás en el buen camino y que nada es imposible.

El segundo paso parece más difícil: saber cómo hacer cine. Pero no lo es tanto si pones las ganas imprescindibles para llevar a cabo tus ideas. Que no te engañen aquellas personas que dicen que para hacer cine necesitas una cámara, un ordenador, luces, y muchísimo dinero. Lo que te hace falta es tener una idea tan poderosa que sea capaz de conseguir todo eso.

El tercer paso sí que es muy-muy difícil: tienes que conocerte a ti misma o ti mismo. Es tan imprescindible que lo hagas antes de emprender cualquier aventura (y hacer cine lo es) en esta vida. Saber quién eres, qué quieres, qué te gusta, cómo lo quieres, y conocer tus limitaciones.

Ahora te confieso que este tercer paso debería ser el primero, porque durante mucho tiempo se ha enseñado a hacer cine desde el segundo paso, pasando por el primero e ignorando el tercero, y lo que importa en este taller eres tú. Por lo tanto, si no te conoces, será muy difícil hacer un cortometraje contigo y sin ti.

El cuarto paso me encanta, porque te lo puedes saltar como te de la gana. Se trata de acumular experiencias. Puedes tenerlas y aún no te has dado cuenta. Lo interesante es que siempre vas a contar de lo que sabes. Aquí no vamos a empezar a contar historias de extraterrestres que invaden la tierra si no los conocemos. (¡Tendrás un plus añadido si has sobrevivido a una invasión extraterrestre!)

El quinto paso se trata de las herramientas que debemos usar para llevar a buen puerto nuestras películas. Aquí sí que conoceremos detalles sobre cámaras, luces, y producción. Sobretodo aprender a contar historias, cómo plasmarlas en un papel (u ordenador) y saber transmitir a los demás lo que esa historia quiere contar. A esta altura debo decirte que lo que cuentes depende tanto de ti como del público que te mire. Si eres una persona tímida esto te dará terror porque nada hay más feroz que mostrarse al mundo. Pero si te embarcas en el mundo del cine sabiendo que esto es así, serás valiente y tenaz y nada podrá impedir que cuentes lo que salga de tu interior. Hay mucha gente que espera tu punto de vista.

Y es eso lo que lograremos en este espacio: que seas tú misma, tú mismo.

Todas las historias ya se han contado. Todas se parecen. Pero te sorprenderá saber que el público aún está esperando la forma en que tú ves al mundo. Siempre están esperando algo nuevo y debes oír esas voces. Dar tu mejor versión en cada película que hagas. Que sientes que en tu primera película no has hecho lo mejor… El mejor remedio es hacer una nueva película.

Nada nos puede parar ahora que estás aquí.

A rodar!